La obsolescencia programada es una técnica utilizada por algunas empresas en la industria de la tecnología para limitar la vida útil de sus productos con el objetivo de estimular la compra de nuevos productos.

Esta práctica se lleva a cabo mediante la implementación de limitaciones en el hardware o software de los productos, que eventualmente los hacen obsoletos o menos eficientes. Por ejemplo, un fabricante de impresoras puede diseñar sus cartuchos de tinta de tal manera que solo funcionen durante un período limitado de tiempo, obligando a los usuarios a reemplazarlos con regularidad.

La obsolescencia programada es perjudicial tanto para los consumidores como para el medio ambiente. Desde el punto de vista de los consumidores, esta práctica les obliga a gastar dinero en productos nuevos cuando los que tienen aún podrían ser utilizados. Además, los productos obsoletos a menudo terminan en el vertedero, contribuyendo a la acumulación de residuos y a la contaminación del medio ambiente.

Es importante que los consumidores tomen conciencia de la obsolescencia programada y busquen productos de empresas que adopten prácticas sostenibles. Además, es necesario que se implementen medidas legales para prohibir la obsolescencia programada y garantizar que los productos sean diseñados para durar y ser reparables.

Existen varias formas en las que los consumidores pueden contrarrestar la obsolescencia programada:

1. Compra productos duraderos: busca productos de alta calidad y de empresas conocidas por producir productos duraderos. Investiga antes de comprar para asegurarte de que estás adquiriendo un producto que te durará mucho tiempo.
2. Repara en lugar de reemplazar: si un producto comienza a tener problemas, considera la reparación en lugar de reemplazarlo por uno nuevo. Esto no solo ayuda a preservar los recursos y reducir la cantidad de residuos, sino que también puede ahorrarte dinero.
3. Compra productos con piezas de repuesto disponibles: asegúrate de elegir productos que tengan piezas de repuesto disponibles y fácilmente reemplazables.
4. Compra productos sin batería incorporada: los productos que tienen baterías incorporadas a menudo están diseñados para ser descartados cuando la batería falla, en lugar de ser reemplazados.
5. Apoya políticas sostenibles: vota por políticas que prohíban la obsolescencia programada y apoyen la reparación y el reciclaje de productos.
6. Difunde la información: comparte la información sobre la obsolescencia programada con amigos y familiares y anima a otros a tomar medidas similares.